Graciano hablaba sin parar:
-Caramba, Pedro, esto no es vida, no me negarás que en nuestro tiempo las cosas eran diferentes. ¡Chico!, no me mires con esa cara de yo no fui, que tú sabes bien como son las cosas. Mira la chiflada de mi nieta, se pasa la vida contando las calorías que le entran y le salen del cuerpo como si fueran cuenta bancaria en donde es mejor perder el peso que ganarlo. ¿Y qué me dices de Juanito?, con tanto estruendo, bum bum y reguetón1, que cualquier día hay que... Continuar leyendo